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martes, 27 de diciembre de 2016

No quiero sonar junkie

Hoy no me mueve casi nada a escribir, sólo el hecho de querer escribir, supongo. Comienzo por decir que llevo casi una semana sin fumar; claro, esto es por circuntstancia y no por decisión. Extraño muchas cosas de la ciudad, pero de lo que más extraño son esos ratos con Emi y el Perrito, en los que nos olvidamos del mundo y platicamos estupideces. Extraño el sexo, eso es definitivamente lo que más extraño. El sexo y la persona con la que tengo sexo.

Quizá suene cruel (a pesar de que no creo ser cruel), pero cuando estoy mal y sé que él está mal también, me siento un poco menos mal porque sé que le importo. Como si fuéramos dos partes de un todo, dos caras de una sola moneda.

No me he sentido para nada mal al no tener mota, sólo extraño esos ratos. He convivido muchísimo con mi familia. El 24 no lo pasé del todo bien porque no estuvieron ahí dos de mis más cercanos primos, pero aún así fui positiva y jugué a las escondidillas con mis sobrinos y demás. Al final hice mucho ejercicio y resultó divertido.

También he tenido charlas interesantes con mi abuela. No sé si había escrito ya de esto, pero lo voy a hacer ahora... Se quedó huérfana de madre a los 5 años de edad, y de padre a los 7. Tuvo una vida muy dura... en fin, llenísima de anécdotas dignas de relatar. Se casó a los 17 para poderse ir de la casa de los parientes con los que le tocó vivir cuando sus padres faltaron, porque la explotaban. La sacaron de la escuela y la tenían trabajando, a ella y a su hermana menor, en su casa. Limpiaba, lavaba ropa, hacía la comida, planchaba, todo antes de los 10. Y bueno...

Quería dejar eso por escrito para no olvidar que realmente quiero escribir de eso más adelante. Ahora me voy.

miércoles, 21 de diciembre de 2016

"All you weed is love"

Estábamos bajo el árbol, en aquel campo de verde pasto. La mesa y sillas, improvisadas con troncos de árboles cortados, acentuaban la paz de ese lugar. Una brisa fresca hacía ondear a la naturaleza y a mis cabellos desordenados. Sólo se escuchaban las hojas rozarse entre ellas y nuestras voces.

No sé qué tan difícil sea encontrar un lugar así en la ciudad sin buscarlo, deja entonces en tu propia escuela. Tomé la pipa y la encendí. Traté de conservar dentro de mí el humo durante el mayor tiempo posible. Tras unos minutos, el efecto se había extendido por mi cerebro, relajándome, haciéndome susceptible a las bromas. Las nubes tomaban forma de cualquier cosa con facilidad. Con la misma facilidad con la que me olvidaba de ellas. Las ideas llegaban con la misma rapidez con la que se esfumaban.

Creo que lo que más disfruto de estar así es el hecho de ser. Sin propósito más que el puro estar, reír, ser. No intentar agradar ni impresionar a nadie, reírte de tus propios chistes estúpidos. Momentos de tal perfección sólo se alcanzan estando sólo o con la persona adecuada. El silencio o la ausencia de éste carece de importancia, y cualquier tema es interesante.

Estando así es fácil olvidarte de las cosas que no están tan bien. Olvidarte de la basura, del polvo, del hecho de que hay gente pasando a tu alrededor. De que no hay mucho tiempo. El tiempo es el problema de siempre.

Para ser muy honesta, me gusta estar así. Me gusta fumar. Me gusta sentirme relajada y feliz, y lograrlo es mucho más sencillo en este estado. Me imagino a mi mente llenándose de neblina, o por el contrario, vaciándose de ella. Vaciándose se preocupaciones, de complejos, de inconformidades.

Es fácil no odiar a nadie cuando estás así, es fácil entender a otras personas. Más bien, es sencillo creer que las entiendes. Y es fácil creer que todo problema tiene solución. Quizá esto se debe a que yo en realidad no tengo problemas, y a que mis preocupaciones son superficiales.

¿Cuál es mi propósito en esta vida? Honestamente no lo sé, no sé cuá sea el propósito de la existencia de nadie, más allá de servirle al propio ser humano. Pero creo que lo más importante de todo es disfrutar de tu existencia, porque al menos, aún desprovisto de propósito, si te sabes conducir por la vida, eso se vuelve la meta.

Estoy debrayando sin sentido bien cabrón. Ya me voy.

lunes, 19 de diciembre de 2016

Mucha Marihuana

Quiero epezar con que me está resultando muy difícil escribir porque estoy escuchando con detalle la canción de Cartel de Santa al mimsmo tiempo. Supongo que tendré que regresar a corregir la ortografía. O no...

Esta entrada posiblemente sea muy muuuuy larga, porque ya varias veces he pensado con qué voy a empezar y no he logrado decidirme. Sale una idea nueva tras otra.

Me he decidido a empezar por platicarles de mi experiencia con la música de principio a fin. Creo que eso es mejor, abordar entradas por tema, porque cada cosa es larga y difícil de explicar.

Fue complicado encontrar la música para escribir esto. Justo ahora lo que escucho es un video llamado "6 Hour of The Best Beethoven - Classical Music Piano Studying Concentration Playlist Mix by JaBig". Es la única música con la que estoy pudiendo escribir porque es la más sencilla de ignorar. El silencio no me deja escribir porque pienso demasiado fuerte. Estoy segura de que acabo de sonar como una pinche loca, pero ese tema lo explicaré luego.

Regresando a la música. Comenzó cuando pensé en la canción de Amiga, de Comisario Pantera. La neta me late un chingo esa rola, y últimamente me obsecioné y la escuchaba todo lo que... pues lo que podía, supongo.

Antes era una persona de poner música de fondo todo el tiempo. Rock, pop, metal, varió con la edad y la etapa. El caso es que siempre la tenía puesta, para hacer lo que sea. Ahora no sé lo que es hacer cosas además de tarea con música de fondo. No puedo leer con música distinta a la que estoy escuchando ahora, creo. Escribir ni se diga, es complicadísimo.

Hace rato me subí a fumar y no me llevé nada más que la pipa llena y el encendedor. "No me voy a tardar", pensé. Quizá si hubiera sabido mejor acerca de la profundidad de una pipa... pero eso es otro tema distinto. A eso, sumemos que no suelo escuchar música de fondo, ni se me ocurrió llevarme algo para escuchar. Me entretuve pensando en muuuchas cosas, hasta que recordé la fiesta y cuántas veces pedí esa canción para cantarla con César y Rodrigo. Entonces me dieron ganas de escucharla y la empecé a reproducir en mi mente. Y la repetí fácil como 5 veces, pero sólo hasta la mitad porque el resto no me lo sé de memoria, la tengo que escuchar. A la sexta me puse a cantar y luego me di cuenta de que estaba cantando completamente sola y sin música. Antes hacía eso en el baño, no sé por qué lo dejé de hacer. Creo que siempre tengo prisa en el baño...

El punto es que eso me hizo darme cuenta de lo cómoda que estaba yo sola en ese momento. De ahí reproduje, de alguna forma, esa canción de fondo como eco de todo lo que estaba pensando en ese momento. Planeo hacer una lista de todo eso que pensé. En la lista iba a estar la música si no lo hubiera escogido hoy, para que me entiendan.

Y bueno, de alguna manera, la música se transformó en mi cabeza por su cuenta. La siguiente vez que le puse atención ya era la de Mucha Marihuana, de Cartel de santa. A estas altura ya se me había acabado la mota de la pipa (o me había dado cuenta de que lo que quedaba era infumable) así que me bajé. Esta bajada de escaleras fue épica para mí. Y seguro ni se imaginan por qué, pero eso es un tema para su propio monólogo. El caso es que al bajar yo estaba emocionadísima por elegir con qué música iba a escribir. "Nonono, la neta tengo que escuchar la de mucha marihuana". En ese momento aún no me había decidido con el tema o, cómo lo iba a comenzar a abordar. Cuando entré a escribir eso estaba escuchando, y me movía "bailando". "Esto lo tengo que cantar". Y decidí meterme al video.

EL VIDEO.

Me di cuenta de que me gustan los bongs por el video, más que por cualquier otra cosa. Y es una cosa estúpida que todos hacemos (creo que todos lo hacemos, al menos), encajar la música con la realidad. Así a mí me temrinan gustando más las canciones. Y esta canción en específico me hace pensar en Emiliano, y que nos late fumar y la pasamos chido. Y lo siguiente que me gusta es el porro a pesar de ser engorroso (para mí) de forjar. En parte porque es el fav de Emi y en parte porque babo dice "Tú despiojas y yo forjo". Me acabo de mamar de risa con lo que escribí. [JAJAJAJAJAJAJAJAJA] Neta, ese es un pensamiento real que descubrió mi mota yo. Así que ya saben qué regalarme de navidad, o cumpleaños... bueno, dentro de 3 años que ya viva sin restricciones paterna. Síp, así es. Un bong enorme como el del video. Y un chingo de mota es bien recivida cualquier época del año. *wink wink*

*3 horas después*

Así que después del video puse música de concentración tipo jazz suave, pero era como sexoso y no me pude concentrar. Y luego cuando me di cuenta de que si ponía algo de temp music y igual y las cosas fluían chido. Pero estaba demasiado drogada y no supe cómo buscar música adecuada, además de que tenía como ansias por escribir ya. Finalmente puse música clásica.

Al final no pude escribir chido porque vino un amigo y me interrumpió. Y ya no estoy grifa. Tantas conclusiones importantes, chingonas y pacíficas a las que llegué hace rato, se esfumaron y perdieron tan pronto como llegaron a mí. Ojalá pudiera recordarlo todo....


Fiesta y subidón de autoestima

Bueno, para no dejar un hueco aclararé que pasó ya la depre, ya todo está bien. Perdonar se me hace fácil, creo, porque sé que la persona a la que perdoné me ama. Y yo a él. Además, no fue la gran cosa, creo.

Ahora sí, referente al título, que es el tema que hoy nos atañe, o bueno, me atañe. Fui a una fiesta el viernes y conocí a la novia de mi amigo Lalo y a su familia y a más de sus amigos. Emiliano no fue a esa fiesta porque no había estado muy bien, nosotros no habíamos estado bien. Ayer hablamos y sorteamos la "barrera" que se había formado entre nosotros, y hoy nos vimos y todo bien. Muy bien, en realidad. Eso me tiene simplemente contenta, tranquila, con esa sensación de que en el mundo todo va bien.

Me salí del tema. De regreso a la fiesta, fui con los amigos de Emiliano, que también son mis amigos. Desde que andamos, siempre que había estado con ellos, también había estado él, estaba nerviosa porque no sabía si no sería incómodo sin él o lo que sea. La verdad es que no, me sale bien estar con chicos porque también soy bien masculina, supongo.

Nos quedamos de ver en la escuela (que uno de los amigos le quedaba de paso, a mí a 10 minutos y el otro simplemente debía ir ese día a entregar no sé qué papel), y quedamos de vernos en el metro más cercano a la casa del chico de la fiesta y cumpleañero (Lalo), con otros dos amigos a las 15 horas.

Llegamos media hora tarde y uno de los amigos con quien nos íbamos a ver nos dijo que no podía ir. Locagamos por eso, por teléfono. Sigo enojada con él, pero eso es otra historia. El otro iba a llegar más tarde, así que nos fuimos a la casa de Lalo.

Una vez allí, ya había gente. Cada quien estaba en su pedo y nosotros 3 nos pusimos a platicar y demás. Había llevado mota porque se suponía que César (uno de los amigos con los que estaba) y yo íbamos a fumar en las islas de C.U. (la UNAM), pero al final se hizo tarde y ya no hicimos nada porque al otro con el que estábamos (Vladimir) no le gusta fumar. Es como el papá del grupo.

Los amigos de Lalo no nos caen del todo bien a César y a mí, Emiliano de plano los odia (parte de las razones por las que no fue), así que no estábamos seguros de qué tal nos la íbamos a pasar. Al principio el plan había sido irnos como a las 8, pero al final nos quedamos todos (eventualmente llegaré a ese punto).

El otro chico al que esperamos en la fiesta al fin llegó, este otro se llama Rodrigo. Era el "integrante" más reciente del crew, si es que podemos decir que ya es parte de. Comento rápido el background de este güey: lo conocí este semestre más que nada porque a Emiliano se le hacía buena onda, yo con él compartí la clase de Fundamentos de Diseño Digital y Emi la de Cálculo Aplicado. Un día hice una fiesta y él estuvo invitado, fue ahí donde diría que comenzó realmente nuestra convivencia con él, al menos la mía. De ahí ya lo invitamos unas cuantas veces a fumar a mi casa y él accedió. Es un chico sencillo, de lentes, no muy alto ni llamativo de alguna manera. Un güey de apariencia "equis" y que se ve súper tranquilo.

Luego llegaron más invitados a la fiesta...

La neta me está dando hueva contarlo todo con detalle. así que iré al punto. Uno de los amigos de Lalo me hizo la plática, y luego más tarde, me sacó a bailar y me dijo que le había parecido muy guapa y buena onda. Subidón de autoestima 1.

Luego estábamos sentados César, Rodrigo y yo en uno de los sillones y estábamos hablando de una de las chicas de la fiesta. Yo decía que no estaba tan fea y ellos que parecía como hombre de la cara. Les dije que eran unos culeros y bla bla bla, entonces César me dijo "tú también estás bien culera" y se empezó a reír. Se la armé de pedo en broma, porque él también estaba bromeando, y le pregunté a Rodrigo: "¿Sí estoy culera, güey?". Y primero me dijo que no, entre risas y luego me dijo "Mira, al rato te digo la verdad". Y ya saben, Alejandra y su súper autoestima, en seguida pensé "me va a decir que sí estoy culera". Le insistí un rato pero me dijo que al rato. Más al rato le volví a decir que si ya me iba a decir y me dijo que al rato. Así con facilidad unas 3 veces. Ahora entiendo que lo que estaba esperando era ponerse pedo para envalentonarse.

Ya cuando habían pasado fácil unas 2 o 3 horas y habíamos decidido quedarnos a dormir porque la fiesta se había puesto buena, me dijo "la verdad". Que yo le había gustado mucho cuando me conoció, que de no haber tenido novia me hubiera tirado el perro. Esto me impactó muchísimo porque yo soy una mujer huracán, para nada el tipo de chica que pensé que le gustaría a un tipo como él. Y pues nada, me sorprendí muchísimo. Cuando le conté a Emi no le sorprendió nada. buh...

Bueno, ese fue el subidón 2.

El último fue ya cuando la fiesta había muerto y eran las 4 am, más o menos. Estaba el novio de una chica que fue mi compañera en mi recurse de Cálculo con la que me llevaba bien, una chica agradable. A nuestra clase solían entrar dos güeyes, ambos llamados Cristian, sólo que uno con h. Uno de esos me había dado comida una vez. Estábamos en clase y recuerdo que moría de hambre, creo que porque entré drogada. El caso es que me regaló más de la mitad de su lunch. Se me hizo un tipo buena onda y demás. Pues el novio de esta chica me dijo que yo a ese güey, cito, "le encantaba". Pero que nunca me habló porque yo tenía novio (tengo novio) y él respetaba. Y cómo no, mi novio inspira respeto con 1.94 cm.

Y ese fue el número 3.

Me sorprendí muchísimo con el 2 y el 3. Sé que no soy una chica fea, pero jamás espero ser el crush de nadie, por despeinada, desmadrosa, masculina, etc. Y al final, según me dijo Rodrigo y el novio de mi amiga, que esas son las cualidades que a ellos más les gustan de mi personalidad.

Y bueno, quería dejar eso aquí porque me inspiró leer a Virginia sintiéndose la reina de la noche en el boliche. Esa noche, no sé si lo fui, pero también me sentí reina, ¡jajaja!

lunes, 5 de diciembre de 2016

Fantasías y traición

Creo que hoy las emociones me desbordan de tal manera que siento que no siento nada. Dolor, supongo. Numb.

Traición. Una palabra que, dependiendo de los ojos con los que se mire, o quizá, más bien, de los ojos que miren, toma diferentes significados. Distintos grados.

Recuerdo haberme sentido así alguna vez, aunque esa vez me lo esperaba.

Que te digan algo que no esperas, y encima, te duele, es como una operación o como si te quitaran las muelas del juicio. Así se siente de momento. Te abren, hacen algo en tu cuerpo, pero la antestesia es poderosa y por ahora sólo sientes cómo urgan en ti. Y piensas en ello, tratas de no hacerlo y el hecho de que no sientes nada ayuda a ignorarlo un poco. Pero está ahí, la anestesia no es eterna y este hecho te pone nerviosa. ¿Qué vas a sentir cuando pase? Cuando te des cuenta que no hay vuelta atrás... Bueno, ya me estoy proyectando. Pongámoslo así, ¿qué pasará cuando vuelvas a intentar comer? Uno puede acostumbrarse a los cambios, pero al final no estamos hablando de una muela. Ni de una operación, no es ese tipo de cambio. Supongo que, si pasamos esto a nuestra vida, aplicando la palabra traición en lugar de operación, la pregunta importante de la noche es: ¿Qué cambió?

sábado, 26 de noviembre de 2016

Gone

La chica se despidió de él, con los labios y las mejillas coloradas, los ojos brillantes. Llegó el tren y ella corrió para alcanzarlo. Ya arriba se despidió agitando la mano desde una ventanilla, sonriendo, con el corazón agitado por el ejercicio y la excitación.

Él la miró y sintió un retortijón en las tripas, pensando que era demasiado tarde ya para mandarla a casa. A pesar de su sentir, mantuvo una sonrisa en el rostro hasta que la perdió de vista.

En el tren ella tomó asiento y se quedó viendo ausente una ventana, recordando detalles del día. Distraída como estaba pasó por alto la mirada de un hombre que estaba parado en el otro extremo del vagón.

No era la primera vez que ese individuo posaba sus ojos en la chica, ya varias veces se la había topado en el tren. Solía fantasear, no sólo con ella, sino con muchas otras, sin embargo ella era la única con la que había coincidido ya tantas veces. Lo interpretó como una señal...

Una hora después la chica había alcanzado su destino, se bajó soñolienta del tren y comenzó a caminar hacia su casa, donde nadie le estaba esperando.

De pronto unas manos frías y trémulas se enroscaron en su boca y si cintura.

A la 22:30 horas, en una calle poco transitada, la chica dejó de existir.

miércoles, 23 de noviembre de 2016

Hi, stranger

Las calles encharcadas brillaban bajo la luz de los postes y yo le daba la última calada a mi cigarrillo. Dejé caer la colilla en el húmedo suelo y me adentré en la oscuridad de un pasillo. Ella ya me estaba esperando, la oscuridad ceñìa su silueta delgada.

Un relámpago iluminó todo repente y le ví con claridad el rostro por primera vez. Sentí como mis tripas se contraían de miedo.

—Debes cumplir —fue lo único que dijo, y su frase fue seguida por el profundo sonido del trueno.

Poco a poco desabotoné mi camisa, y ella cerró la distancia que nos separaba...

lunes, 21 de noviembre de 2016

Habrá turbulencia


Visitar el museo había sido una idea fenomenal, a pesar de la gente y los guardias. Mis amigos se quejaron pero a mí me gustó. El agua se ondulaba, los árboles azotados por el viento se estremecían, las nubes cambiaban de forma y las personas y los animales parecían observarte, la mayoría de forma amistosa, desde los cuadros. Algunos hasta saludaban.

Al salir saqué un par de chocolates de mis bolsillos, y todos pelearon por obtener una mordida. El mundo exterior era como visitar un planeta alienígena. Sabes que es lo de siempre, pero se siente muy inusual.

Una escena se conecta con la otra en mi mente, y es difícil saber cómo se llegó de un lugar a otro, pero hasta ese momento nada estaba mal, estaba feliz viendo sonidos y escuchando colores. No sentía más que alegría, amor, me sentía por completo vivo en su compañía, la de ella y la de mis amigos. Un momento etéreo, como un sueño, aunque sabía por descontado que no lo era. Los audífonos me transportaban de verdad, tenerlos puestos era como tener soundtrack en tu vida.

Entramos todos juntos al metro, ella tomada de mi mano. La miraba, tan sonriente, tan feliz, y era fácil saber -o imaginar- que se la estaba pasando tan bien como yo. Pensando en tantas cosas a la vez, sin poder llegar a aterrizar casi nada, pero aún así sintiendo que mi mente era tan profunda como un oceano infinito. Me sentía conectado con el mundo, ese era mi lugar y mi momento, todo estaba en su sitio.

Todos nos reíamos de cualquier estupidez, nos quedabamos encandilados con las luces dentro de los andenes, y al pasar junto a las luces brillantes que se encontraban en los túneles, fuera del tren, imaginaba que estábamos viajando en el espacio.

Al llegar al trasborde me sentí como si estuviéramos dentro de algún lugar secreto, escondido en la jungla, pues la vista a través de los ventanales dejaba ver abundante vegetación. Esa parte la recuerdo claramente, no paraba de decir que estábamos en "Jurassic Park", y en algún recóndito lugar de mi cerebro estoy seguro de que albergaba la esperanza de ver un dinosaurio.

Subimos al tren otra vez, se sentía como si lleváramos ya una eternidad viajando en metro, un desperdicio en mi opinión, me hubiera gustado tener más estimulación antes de que pasaran los efectos; ver más cosas, probar, besar...

De pronto las luces parpadearon dentro del vagón, se apagaron unos instantes y volvieron. Esto se repitió varias veces y a mí me divertía un cambio dentro de la monotonía del tren. Pero entonces, el sueño se transformó en una pesadilla. Un amigo, delante de mí, empezó a tener tics extraños y parecía enojado, nervioso, preocupado, todo al mismo tiempo. De pronto comenzó a gritar, el metro se detuvo, las luces volvían a parpadear y la gente nos observaba mientras tratábamos de calmarlo. El metro volvió a moverse y al llegar a la siguiente estación él salió corriendo, como si necesitara aire del exterior.

Me invadió la incredulidad. Siempre lees de estas cosas y las crees, claro, te sorprende, te asusta... Pero vivirlo no tiene nombre.



Continuará... (?)

martes, 18 de octubre de 2016

Cosas...

No tengo idea de qué escribir pero prometí que lo haría, así que aquí estoy. Estoy viendo un dorama, la chica torpe seguro sabrá lo que es, pero para los que no saben, es una telenovela coreana. Está sumamente entretenida, solamente he visto una más en mi vida, si no recuerdo mal (completa al menos). Estoy a medio capítulo 2 y está demasiado emocional, ya lloré.

Estos últimos días he estado lidiando con el PMS, también conocido como síndrome premenstrual, es la primera vez que me doy cuenta de que lo tengo cuando está ocurriendo, todas las demás veces siempre me doy cuenta de que lo tuve cuando ya me bajó y pienso "ah, por eso estaba toda emocional y rara".

Tengo miedo de fallar en la escuela, normalmente no pienso mucho en eso pero a veces mi mamá me pregunta sobre mis califiaciones y eso me pone a pensar... y bueno, en caso de que de verdad repruebe, supongo que tendré que comenzar a trabajar. Tengo miedo, pero ¿saben? Ni siquiera es tan difícil. La gente a veces dice cosas que a uno lo alientan y desalientan a la vez, y no sé... supongo que no quiero profundizar mucho en eso. Comparando mi vida con la de la protagonista del dorama que estoy viendo (que, para los interesados, se llama "Uncontrollably Fond"), supongo que es miel sobre hojuelas.

No me puedo quejar, tengo a Emiliano. Y no sé si se vaya a ofender o halagar con lo que estoy a punto de escribir, pero me hace sentir un poco mejor que a él tampoco le vaya del todo bien en todo, porque lo considero una persona muy inteligente, y eso me hace sentir no tan estúpida.

Supongo que eso será todo por hoy, espero volver a escribir pronto. Quiero escribir algún relato corto de nuevo, mi favorito reciente ha sido "somebody else" y el de toda la vida es el sudario, pero a veces siento que ya no lo tengo en mí, lo cual es estúpido porque... pues fui yo quien lo escribió. Hace algo de tiempo, platicando con Emiliano, para variar (*sarcasmo, para las nutrias*), le dije que me intimidaba un poco bastante su manera de escribir, porque es hermoso o interesante y profundo todo lo que hace, si no me creen juzguen ustedes, aquí: https://ujumujum.wordpress.com/

El caso es que en esa ocasión, cuando le confesé aquello, él me dijo que él se sentía de la misma manera conmigo y yo me sorprendí, y dije "vamos, ¿cómo es eso posible?". Fue entonces que me dijo que fue por el sudario, creo que fue lo primero que leyó mío (corrígeme si estoy mal, Emi), y le intimidó muchísimo porque estaba bien chingón. Ya era mi favorito, pero desde ese momento valoré más ese escrito, quizá más de lo que debería. No sé. El caso es que me cuesta escribir porque sé que lo leerá él (sí, tú), y temo ser decepcionante... En fin, ahora sí es todo por hoy.

jueves, 1 de septiembre de 2016

Forrest Gump

Al fin vi Forrest Gump. Fue hermoso, y eso es todo lo que tengo que decir sobre eso.

sábado, 27 de agosto de 2016

Miedo en la madrugada

Hoy es de esas noches en las que me despierto a las 5 de la mañana a orinar y luego ya no concilio el sueño... pero ahora sí sé por qué.

Algo así como a las 3 de la mañana me despertó un ruido que no identifiqué del todo porque cuando fui consciente de lo que me había despertado, casi de forma instantánea se esfumó. Según yo, había sido el forcejeo con una puerta, no estoy segura, no lo sé.

Ya estaba volviendo a quedarme dormida y ahora escuché como si hubieran golpeado algo con fuerza, o como si algo se hubiera caído. Llamé el nombre de Karla para ver si la había despertado, pero no hubo respuesta. Me giré para verla, pero estaba oscuro y no alcancé a ver nada más que el color naranja brillante de su cobija con una poca de luz que provenía de fuera de nuestro cuarto. Y un rato después volví a escuchar el forcejeo con alguna puerta, o al menos eso me imaginaba porque así se escuchaba. La verdad soy una miedosa, y me dio miedo. Me puse a pensar en fantasmas y esas cosas que sé que no existen pero igual me asustan, pero luego pensé "bah, estoy con Karla" y pasado algún tiempo pude volver a conciliar el sueño.

La siguiente vez que me desperté fue como a las 5 de la mañana, hace más o menos dos horas. Esta vez tenía que ir a orinar. Me acordé de los ruidos y me dio miedo ir al baño, me vi tentada en despertar a Karla y decirle que me acompañara, pero luego pensé "no mames" y me paré, prendí la luz del cuarto esperando que no la molestara, y salí al baño. Al volver del baño, miré la cama de Karla, al fin con luz y me di cuenta de que estaba vacía. Por un momento me invadió el pánico. Con seguridad no puedo saber dónde está, pero sí que me lo imagino.

Y bueno, después de eso ya no apagué la luz porque... no sé, el cerebro humano trabaja de formas misteriosas. La lógica no me ayuda a quitarme el miedo. Y me puse a ver "Coraje el perro cobarde". Luego facebook, luego a leer cosas, y terminamos aquí.

¿Cómo va a estar esa conciencia mañana, Karla?

martes, 23 de agosto de 2016

Arroyos encendidos

Eres una erupción volcánica, eres lava.
Caliente, me destruyes y rehaces, y como fénix, de mis cenizas renazco.
Me haces sentir eterna, como un paisaje, jamás tocada por la mano del hombre.
Y tú, me modificas con tu fuego, me deformas y transformas. Sólo tú, mi volcán.
Eres naturaleza, destructivo y sanador.
Mi naturaleza es pertenecerte, hacerme a tus antojos, a tus emociones.
Y otra vez, como el fénix, tu fuego me vuelve cenizas.
Me quemas por dentro, luego te solidificas y me vuelves pesada.
Derríteme de nuevo, hazme ligera de nuevo, que no puedo dormir en las noches.
Lates dentro de mí, como si ahí vivieras, como magma en el centro de la tierra. En mi pecho, en mis pulmones, en mi corazón.
Estalla otra vez, volveré a construir edificios con lo que dejes detrás.
Tú me marcaste con fuego, con tu fuego.

Y de las cenizas yo, otra vez de las cenizas...

lunes, 22 de agosto de 2016

Till the eternity passes away

Estoy como triste esta noche y la verdad no estoy segura de por qué.

Karla, mi roomie, hace no mucho terminó con su novio (ahora exnovio) y llevaban ya 4 años juntos. Lo peor es que ni siquiera terminaron porque ya no se quisieran, o porque ya no se llevaran bien, porque sí que se querían y se llevaban bonito. La razón fue otra que por privacidad de mi amiga prefiero no mencionar aquí, pero fue una cuestión de confianza, distinta a la fidelidad.

El caso es que habían terminado pero se extrañaban y volvieron. Al final, desafortunadamente igual ya Karla no le tenía la misma confianza, y ese mismo hecho provocó peleas y actitudes feas, por lo cual volvieron a terminar, según que esta vez definitivamente.

Y pues Karla hace como tres noches cometió un desliz con uno de los compañeros de cuartos que tenemos en la casa donde vivimos. Y se sintió muy culpable porque como lo de su ex es reciente, sintió que le fue infiel. Yo la verdad no le reprocho nada ni la juzgo porque es algo que le puede pasar a cualquiera, sobre todo cuando se está vulnerable.

Y ya sé que la verdad no tengo vela en este entierro porque además de que ella sea mi amiga, pues no me incumbe ni nada. Pero estoy triste por la muerte de esa relación porque hoy fue a hablar con él (ella me contó que quería ver si regresaban) pero la charla que tuvieron le dejó claro que no (aunque igual yo tengo esperanzas de que en el futuro vuelvan porque mi corazón se partió en 20 pedacitos por ellos dos).

Bueno, el caso es que todo esto me puso a pensar en mi relación con Emiliano porque hoy en la escuela, durante la mañana, me contó algo que me dejó un poco triste. Nada que haya salido de él en realidad, pero igual me dejó triste y creo que a él también, aunque no ahondaré mucho en esto porque creo que no vale la pena. Y pues de estar súper bien antes del fin de semana, regresando de este me sentí como triste, deprimida. Quizá por eso es que estoy tan susceptible a lo que pasó con la relación de Karla, además de que hoy, antes de decirle (porque sí, le dije como me sentía casi de manera instantánea), sentí que no me estaba diciendo que me amaba tanto como la semana pasada (?)... Lo sé, soy una exagerada llorona de primera, pero me sentía como... ¿rara, quizá? Como un poco vacía. No sé qué tan bien es que me sienta así con tan poco, supongo que habla mucho de mí. Y es que, sincerándome aquí, en donde poca gente lo leerá, la verdad es que me aterra el hecho de terminar. Nunca antes me había sentido tan vulnerable, antes era como "bueno, si terminamos el mundo no se acaba, conoceré a gente nueva, puede ser emocionante". Pero ya no quiero conocer a nadie más, porque lo amo muchísimo, siento que es... no sé, el indicado, y de verdad me aterra. Justo ahorita solté unas cuantas lágrimas y me siento un tanto patética. Y quiero dejar de llorar antes de que Karla regrese de su ducha.

Sólo... supongo que a veces me gustaría leer su mente, o su corazón. No porque no confie en él, porque lo hago, de verdad lo hago, si no para quitarme tantos miedos quizá estúpidos. Tantas inseguridades, tanto... tanto...

If I could save time in a bottle.

jueves, 11 de agosto de 2016

3.5 (?)

Viajar en el tiempo.

Las palabras surcaron su mente como estrellas fugaces mientras veía las fotografías en la pantalla de su computadora, y las pasaba una a una, apretando una tecla con monotonía. No tenía expresión en el rostro, Posiblemente ese podría ser uno de sus deseos, tener la habilidad de viajar en el tiempo. Se había puesto a ver fotografías precisamente para saber qué pedir, y había dado sus frutos.

Tomó el papel y un lápiz y se preguntó a sí mismo si de verdad quería hacer eso. Había visto demasiadas películas como para no preocuparse por el efecto mariposa, pero era eso o irse al infierno de una vez.

Al carajo.

Deslizó con lentitud premeditada el carbón sobre el papel, sintiendo los trazos, disfrutándolos. Al acabar no pasó nada, no se sintió diferente. Se desanimó, pero un hilo de esperanza lo abstuvo de romper el papel. Tres.

Miró el reloj. Era la una de la mañana. "¿Cómo es que todo había acabado así?", se preguntó a sí mismo. Su mente volvió a aquellos recuerdo que venían carcomiendo su alma desde aquel fatídico día, y cerró los ojos. Dejó de escuchar los ruidos de la radio prendida, como si hubieran bajado el volumen. Trató de abrir los ojos, pero no puedo hacerlo, no pudo mover un sólo músculo, y sintió como si de pronto se hubiera sumergido en algo húmedo.

La curiosidad de apoderó de él, más que el miedo. Tenía el presentimiento de que todo eso tenía que ver con su primer deseo. Dejó de luchar contra su incapacidad de movimiento y esperó hasta que la sensación de estar sumergido desapareció.

Abrió los ojos. Estaba acostado en su antigua cama, mirando el techo de su vieja habitación.

martes, 2 de agosto de 2016

Somebody Else

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Desperté a las doce del día, era sábado. El suelo de mi habitación lleno de latas de cerveza y colillas de cigarrillos, el dolor de cabeza me impedía pensar con claridad, a su vez maldición y bendición. Ahora todo lucía muy vacío.

Me paré de la cama y me dirigí a la habitación que fungía como comedor, sala y cocina a la vez. Busqué algo para tomar en el frigobar y me bebí una botella de agua que encontré por obra divina. Miré al vacío durante varios segundos. Paredes vacías, espacio vacío, vacío.

Antes nada me parecía tan vacío, estaba todo bien. Pensaba que era mentira, quería creer eso supongo. Las horas pasaron y yo me revolcaba en la cama tratando de tomar una decisión, o de armarme de valor para la decisión que, sin querer, probablemente ya había tomado. Dieron las seis de la tarde y supuse que debía comer algo, pero sentía que si ingería cualquier cosa mi cuerpo lo iba a devolver.

Sólo dejé el departamento para comprar cigarrillos y volví rápido, temiendo encontrarte. Quizá deseándolo un poco. Tal vez ya no era posible encontrarte, no por casualidad. Escuché que te mudaste, escuché.

Dieron las ocho y me di una ducha. Me vestí con lo mejor que tenía, lo que te gustaba. Eso que solías decir que me hacía ver como chico malo. Dieron las nueve y media, y salí del departamento, dirigiéndome a la parada de autobús. Fui con paso lento, fúnebre. Miedo irracional se apoderó de mí, tristeza irracional.

La ciudad, brillante y ruidosa, parecía carecer de color y sonido a través de mi reflejo en la ventanilla del autobús. Bajé y me puse otro cigarrillo en la boca. Odiabas el cigarro, pero te parecía atractivo cuando fumaba.

Caminé la cuadra que me faltaba y a dos locales de llegar te vi bajar de un taxi, algo invadió mi pecho cuando te vi sola. Pero después bajó él, detrás de ti. Y sentí el vacío en mi pecho, el nudo en mi garganta y en mi estómago. Se me cayó el cigarrillo.

Ni siquiera te deseaba, ya no. Pero como odiaba verte con alguien más. Sonriendo, tan feliz. Te tomó de la cintura, besó tu cuello. Te tocaba, y no pude dejar de imaginarte con él. Apreté los puños. ¿Quién te creías, quién te dio permiso para ser feliz con alguien más?

Con alguien más...

viernes, 22 de julio de 2016

Pokemones

Ok, el drama de la entrada anterior pasó a la historia contemporánea, quizá vuelva alguna vez, pero al menos no por mucho tiempo. Ahora me ocupa hablar de que estoy obsesionada con Marilyn Monroe. Y se van a reír cuando les diga cómo comenzó esto: con un gif.

Besuqueable fiel

Y bueno, en sí es un rollo mental, y se los voy a platicar porque... ¿por qué no?

Sólo espero que nadie que me conozca encuentre este blog, porque si no... bueno, sería como cuando Regina George le sacó fotocopias al Burn Book y las esparció por la escuela en Mean Girls.

Y sólo para evitar pedos de más en caso de que llegara a pasar lo peor, vamos a ponerle seudónimos a todos (¡Yeeeeeih!).

Bueno, pasa que tengo una amiga que ya no sé más si quiero seguir considerando mi amiga (la vamos a llamar Charizard). ¿Por qué? Bueno, hace poco (y con hace poco me refiero a durante estas mismas vacaciones) hubo una reunión con los amigos de la prepa a la que fui. Ahí estaban varias amigas, entre ellas Charizard y la ex mejor amiga de Charizard, Bulbasaur. Ahora voy a ir un poco al pasado (en navidad) para darle contexto a nuestra historia.

En diciembre del año pasado, hubo otra reunión con los amigos de la prepa. A esa reunión asistió más gente, pero eso no importa mucho. Recuerdo que esa noche Bulbasaur estaba muy callada y a mí me gusta que la gente sea feliz. Me le acerqué y le hice la plática para integrarla, además de que yo tampoco sabía de qué hablar con todos los demás porque, como ahora vivo fuera, no me entero tanto de su mundo. El caso es que Bulbasaur y yo empzamos a platicar y me explicó la razón por la que estaba tan seria. Ella estaba muy decepcionada de Charizard porque la cambiaba a cada rato por nuevos amigos, y cuando éstos la botaban entonces volvía a Bulbasaur para que ella fuera su paño de lágrimas, pero luego encontraba nuevos amigos y la volvía a dejar botada. Charizard últimamente ha tenido un círculo de amigos gay, desde diciembre hasta la fecha ha sido así. Cuando fui durante diciembre, Charizard ahora resultaba que tenía novia. Este tipo de cosas no las juzgo porque cada quien hace lo que quiere, pero lo que sí juzgamos varios (no sólo yo) es que sentíamos que eso de tener novia lo hacía sólo para encajar en su grupo de amigos, aunque igual la novia era tomboy con intensiones de volverse transgénero algún día. Esa noche Bulbasaur me contó sus dolencias con respecto a Charizard, porque Bulbasaur es un muchacha muy sensible y linda (la verdad) y pues sí le importaba aunque estaba tratando de ya no darle importancia. Pasó, y esa noche nos despedimos bonito y así.

De vuelta al presente, en esa reunión que les digo que no tiene mucho tiempo que aconteció, volví a ver a Bulbasaur y yo creo que recordando lo bien que platicamos la última vez, cuando llegó se sentó junto a mí y me saludó muy alegre y me dio un abrazo, a lo cual yo correspondí. Nos pusimos a platicar, le pregunté cómo le iba en su vida ahora y ella me preguntó también a mí. Un rato después de iniciada la plática, le pregunté que si ya estaba mejor con Charizard, y me dijo que eso era ya cosa del pasado, que seguían siendo amigas pero ya más bien por encimita. Y ahí viene lo bueno, me contó un chisme... un Señor Chisme.

Ellas, Bulbasaur y Charizard, comparten el gusto por el K-pop y las coreografías coreanas, y a amabas les gusta bailar, y hace un par de años cuando todavía eran muy buenas amigas formaron un grupo de esto precisamente al cual han llegado nuevos integrantes a través del tiempo. El integrante más reciente del que yo tuve conocimiento (que la verdad no les sigo mucho el hilo por falta de tiempo e interés) es de un chico que, para variar, según no es gay al cual vamos a llamar Totodile.

Ah, olvidé decirles que Charizard ya había terminado con la novia, aunque esta historia la verdad no me la sé, así que no sé cómo pasó ni por qué, aunque todos los que hablan de ella suponen que fue porque se aburrió de que no tenía... ya saben, badajo.

El caso es que ahora Totodile y Charizard se estaban acostando, pero eso no es lo interesante, lo interesante es que Totodile tiene novia, desde hace aproximadamente cuatro años !!!! Y eso no es todo, la novia de Totodile es amiga de Charizard !!!! Y el chisme es ese, pero lo interesante es lo que acontece a cada rato en el facebook de Charizard, que se la pasa publicando cosas como el gif de aquí arriba. Y la novia de Totodile, Chikorita, vive engañada por su "amiga" y su novio.

Y bueno, la verdad me agarré de Marilyn para contarles el chisme, pero sí fue gracias a ese gif que comencé a ver sus películas. Me cagan las indirectas por facebook y la gente cobarde y mentirosa, es por eso que ya no sé si Charizard valga la pena como amistad, en todo caso se supone que yo no sé nada de esto, aunque igual es un secreto a voces. Charizard solita me lo va a contar si es que me habla para salir antes de que terminen estas vacaciones, que la verdad no creo porque ya lo habría hecho. Pero, en el remoto caso de que llegara a ocurrir que sí me lo cuente, le diré de frente todo esto que pienso. Y ojalá recapacite.

Pinche gente.

martes, 19 de julio de 2016

Estoy harta

Hoy intenté hablar con mi mamá, ¿por qué? Porque anoche volvió a salirme con sus groserías y sus pendejadas y yo, por inercia, contesté igual. Así que hoy intenté abordar un tema importante, algo que me aconsejó el papá de un amigo: "Qué tipo de relación quiere mi madre en el futuro conmigo".

Me acerqué y le pregunté, tranquila, eso. Y obviamente no me contestó, empezó a contarme los hechos que acontecieron en CDMX (como si no los supiera yo de antemano), obviamente exagerándolo todo, porque no hay otra forma de llamar al hecho de que me diga "Por Mario y Paco das las nalgas" más que como una exageración. Y la verdad no termino de entender la raíz de sus sentimientos. No vale la pena repetir todo lo que me dijo, pero básicamente me dijo que me ponga a trabajar porque ya no me va a mantener.

Y bueno, la verdad es que soy muy floja y con la escuela, para mí, ya es suficiente carga, así que no sé cómo le voy a hacer. Si meto menos carga académica de la que tenía pensada, voy a acabar la escuela a los 30. Pero al final supongo que nada de eso importa ya, aún así la plática no acabó y no sé si habla en serio. Si lo hace, me voy a tener que ir antes a México para buscar un trabajo en el que me paguen aunque sea 3, 000 pesos para poder pagar la renta y mantenerme, y que esté cerca de mi casa para poder ir caminando o en bicicleta porque si encima debo gastar en transporte de plano no me va a acanzar. Y lo único que sé hacer bien es hablar inglés. Hace como un año me ofrecieron trabajo en un callcenter de gringos, y pagaban 12, 000, el problema es que tenía que estar de tiempo completo ahí. La verdad no tengo idea de lo que voy a hacer si habla en serio, y estoy un poco asustada y quiero llorar y me siento muy sola y atrapada. Supuse que el apoyo de los padres era incondicional hasta que acabara la carrera, y supuse que los padres deberían de ser lo suficientemente maduros como para no quitarte el apoyo simplemente por sus enojos y sus caprichos. No estoy segura de qué es lo justo y de qué no lo es, lo único que sé es que cada día que pasa me quiero alejar más de i madre y sacarla de mi vida, porque sólo me hace daño. Y yo a ella. Y sé que mi actitud tampoco es la mejor, pero si me cuesta tanto cambiarla es precisamente por como se ha portado ella conmigo a lo largo de los años, y por lo que observo con mi abuela.

Siento que me pesa mucho el pecho y que hay un vacío gigantesco delante de mí. Y ya no lo aguanto y sólo quiero dormirme y no despertar hasta que todo se arregle, o de plano no hacerlo. Y no estoy pensando en matarme, obvio que no. Pero ya no sé qué hacer, porque soy una inútil que en la vida no sabe hacer nada, y que se la pasa enamorada disfrutando todo sin ninguna preocupación hasta que llega la hora de los madrazos, que es precisamente el ahora.

Y sé que todo tiene solución, pero me duele que mis sueños, en el tiempo en que los quiero y requiero, dependan tanto de mi madre. Me duele estar en un país en el que hacer lo que quieres cueste el doble o el triple de trabajo que en otros. Me duele la cabeza, me duele el orgullo, me duele el corazón.

Me duele, y estoy harta.

jueves, 7 de julio de 2016

4:28

Hoy no estoy segura de qué me quita el sueño. A veces simplemente no puedo dejar de pensar en personas, personas que conozco y personas que no. Me gustaría saberme más madura (o más sabia), saber que he tomado todas las decisiones correctas incluso aunque en retrospectiva no parezcan las mejores. Quizá sí las más naturales, la mayoría. Una que otra tal vez superó mi naturaleza.

Son extrañas mis madrugadas, generalmente no me molestan. Pero esta madrugada en particular sí me molesta. Como cuando algo te pica, en el centro de la espalda y no te alcanzas a rascar. Quizá tengas un bicho, un piquete, quizá solo te pica sin ninguna razón. Y pasará, en algún momento, pero ahora mismo no tienes ningún tipo de alivio y solo te queda esperar a que se te pase o a que alguien llegue y te ayude a rascarte.

Y sigo sin dejar de darle vueltas a la vida de las personas, y cómo cada pequeña encrucijada nos llevó a todos (sí, incluida yo) a parar en lugares que no imaginamos. A darnos cuenta de que de verdad somos la persona que creíamos ser, y con esto hablo de cosas positivas. O a veces, a toparnos con sorpresas, algunas agradables, otras no tanto, pero siempre asombrosas, en nosotros mismos y en los demás.

Hay que matar a los moscos, si no luego te pican en la espalda.

viernes, 1 de julio de 2016

Sudario de Turín

Tenia ganas de tener esto aquí, porque es un texto que escribí hace 4 años y me gustó mucho en su momento y no quiero que se pierda por allí, así que aquí lo dejo, je.


La tecnología avanzó tanto que un buen día lo lograron. Tomaron una muestra de sangre seca de aquella tela, supuestamente sagrada para revivirlo. No tardaron mucho en tener a un bebé, que creció y se volvió un hombre. Lo interrogaron y pusieron a prueba. Era inteligente, nadie lo negaba... pero, por otro lado ¿era un santo?

Muchos no lo admitieron. Lo increíble es que lo rechazaron los que en él creían.

Así pues, por la paz, lo volvieron a sacrificar.

3

—Tienes tres.

Paco mira a su alrededor sin encontrar a la persona que acababa de decir eso. La noche era oscura y silenciosa, la calle por donde pasaba estaba completamente vacía. Levantó la voz para hacer una pregunta, pero los nervios se tragaron sus palabras. Carraspeó para intentar una segunda vez, tratando de imprimirle seguridad a su tono, sin conseguirlo.

—¿Quién anda ahí?

Una risa macabra fue lo único que consiguió como respuesta. Sudor frío comenzaba a resbalarle por todo el cuerpo.

—¡Esto no es gracioso! —gritó, y se apresuró a la estación del metro. Eran las 10 de la noche.

Al bajar las escaleras en la estación y encontrarse con una multitud de gente considerable esperando el tren, se tranquilizó bastante. Sacó un paquete de clínex de su mochila y con un pañuelo se secó el sudor que le escurría por la cara, aliviado de que el mal momento hubiera terminado, pensando que probablemente había sido alguien queriendo hacerse el gracioso, o quizá filmando un video de bromas para internet.

Llegó el tren y abordó, pasado el momento de susto esa sensación de vacío volvió a apoderarse de él y a embotar sus sentidos. Pensándolo detenidamente no supo por qué se asustó tanto al correr peligro su vida, si tenía ya rato que estaba considerando quitársela él mismo.

—Tres —susurró una voz en su oído. Esta vez no se sobresaltó, quizá porque se sentía seguro en medio de tanta gente, quizá porque había razonado mejor las cosas.

Giró la cabeza para encontrarse con nada. La gente estaba como entumecida, cada persona metida en sus propios pensamientos, sus caras no mostraban emociones. Gente que estaba ahí y a la vez no.
Paco se sintió aún más miserable al ver sus caras y saberse uno más. Su vida estaba tan vacía como sus expresiones.


Salió del metro y se encaminó hacia su departamento, para el cual ahora sólo faltaba recorrer cinco cuadras. Los negocios estaban ya cerrados y las luces y el sonido dentro de las casas y los departamentos lo hacían sentir solo.

—Tres —volvió a escuchar.

—¿Tres qué? —respondió Paco, con fastidio.

Entonces sintió que alguien caminaba a su lado. Giró la cabeza y se topó con un hombre negro de ojos azules, una rara combinación. Se detuvo.

—Tres deseos —soltó una carcajada con una voz tan gruesa y fuerte que inundó toda la calle con su sonido. Unos perros comenzaron a ladrar por aquí y por allá.

Paco lo miró atónito. No sabía cómo reaccionar, estaba completamente pasmado.

—Te voy a conceder tres deseos, Paco.

—¿Cómo sabes mi nombre?

—Yo sé el nombre de toda la gente. Tienes tres, aunque claro, no son gratis. Ya luego te haré llegar la factura.

Incrédulo, Paco intentó atar cabos y adivinar de qué se trataba toda esa escena que estaba viviendo, sin embargo no lograba conjeturar nada. Ese tipo era un desconocido.

—No estoy para bromas, ¿sí?

Reanudó el paso y no escuchó que el tipo lo siguiera, pero de pronto volvió a aparecer delante de él. Paco, atónito, miró detrás de sí y no vio a nadie.

—¿Cómo hiciste eso? —preguntó, pasmado.

—Tres, Paco. No tengo tanto tiempo, tengo cosas que hacer, lo tomas o lo dejas.

—¿Eres algo así como un genio?

—No, yo sí cobro. Lo tomas o lo dejas, no te voy a dar ninguna explicación ahorita —la voz del tipo estaba cargada de un tono de fastidio, sin embargo la sonrisa no se había borrado de su cara. Sacó un habano de algún lugar dentro de su chaqueta, lo encendió y comenzó a fumarlo—. ¿Gustas? —le extendió a Paco el puro.

—No, gracias.

Paco aún estaba anonadado. El tipo miró un reloj que tenía en la muñeca y suspiró.

—Tienes treinta segundos para decidirte. Si no dices nada, desapareceré y nunca volverás a saber de mí.

Paco dejó pasar unos cuantos segundos. El humo del puro impregnó el aire con su fuerte aroma, y pasados unos quince segundos, Paco finalmente respondió.

—Está bien.

El tipo sonrió ampliamente, dejando ver una blanca dentadura que contrastaba fuertemente con el color de su piel.

Le extendió a paco un pedazo de papel que sacó de su chaqueta.

—Escribe aquí tus tres deseos una vez que los hayas pensado bien. Cuando estén los tres ya escritos el papel desaparecerá y los deseos serán concedidos.

Paco tomó el papel y lo miró con sarcasmo, luego alzó la mirada para decirle al tipo que eso tenía que ser una broma, pero obviamente ya había desaparecido.

—¿Qué chingados fue eso…?



Y todavía no sé qué va a pedir Paco, je.

jueves, 30 de junio de 2016

Sesión de fotos

Hoy me inspira a escribir que la chica torpe ya publicó.

La razón por la que no he subido nada a mi blog, creo, es que ya me cansé de hablar de mi vida porque me estoy aburriendo como nunca. Lo más interesante y bonito que pasó en la semana fue hablar con mi novio por Skype ayer y antier. Y el martes salí a platicar un rato con un ex, que mi perra recuerda y mi abuela también. Este ex ya egresó de la universidad y, sin saber si quiera, con eso me hace sentir un poco fracasada. Sin embargo está bien.... igual si fuera a un ritmo normal y si hubiera ingresado en agosto en lugar de enero aún me faltaría un año... mierda, hacer la matemática me dolió en el ego. Pero bah, no importa. Si el curso de mi vida hubiera sido distinto hoy no conocería a la gente que conozco, ni habría vivido todo lo que viví.

Durante estas vacaciones me quería dedicar a hacer ejercicio, dibujar y escribir, que platónico y bonito todo ¿no? Pero lo que realmente ha pasado es que he estado en una montaña rusa emocional, me enfermé horriblemente de la garganta (una infección) y me dio conjuntivitis. Y bueno, se puede rescatar que he visto a mis amigos y esos días han sido estupendos, a pesar de todo lo malo.

El próximo martes, por cierto, me harán una sesión de fotos. El ex con el que salí el martes, pero ya lo voy a dejar de llamar ex porque ya no lo siento exoso, es más bien mi amigo y ya, así que ahora sólo le diremos "David" o "Deivid". Lo menciono porque yo le pedí la sesión, es que he visto que toma fotos bonitas a su novia y yo quería salir bonita en fotos así también... y pues ya en eso, me preguntó que qué quería que se viera en mis fotos. Y entonces me di cuenta de que no tengo tema como tal, le dije un par de cosas pero no sé. Y no tengo maquillaje, sólo un rimel, un labial y una base. Literalmente sólo 3 cosas. Y tampoco tengo ropa bonita porque toda la dejé en la ciudad. Así que tampoco sé exactamente qué ponerme.Y luego me puse a pensar en mí misma como tratando de posar y me dio pena ajena pero sin ser ajena porque es propia. Y pues no sé qué hacer, y o sea, sí quiero tomarme las fotos, pero al mismo tiempo no porque siento que lo voy a arruinar. Y no sé.

Me dijo que le mandara imágenes que me inspiraran de como me gustaría que quedaran las fotos, pero no he visto nada que neta diga yo "no mames, así". Y pues esta noche me voy a dedicar a buscar cosillas de ese estilo para mandarle.

Me gustaría ser más bonita o estar más flaca para que no me resultara difícil pensar en mí como una mujer atractiva. Que frustrante :(

Ese autoestima...

lunes, 20 de junio de 2016

Numb

No reaccioné con la noticia. Después de escucharla dejé de escuchar todo lo demás, mis ojos miraban sin mirar lo que había en frente de mí. Me alejé del doctor, no me enteré si ya había acabado de hablar, pero lo importante ya había sido dicho.

Salí del hospital y caminé por la acera. Era de noche y una brisa helada soplaba por las calles. Quise encender un cigarro y cuando traté de meter mi mano en el bolsillo de mi chaqueta para alcanzar la cajetilla, me di cuenta de que la había olvidado en la sala de espera.

No volví por ella, me resigné a comprar una cajetilla nueva en la tienda que se encontraba en la esquina de la calle que recorría. Por suerte, la cartera siempre la llevaba en el bolsillo de los pantalones, al igual que el celular.

El ambiente de la tienda era por completo distinto al de la calle, iluminado, olía a limpiador de piso y baladas románticas sonaban a un volumen bajo por los altavoces, además estaba cálido.

Me aproximé al mostrador y sin mirar a la cajera le pedí unos Marlboro rojos y un encendedor. Ella probablemente se asustó al verme, porque llevaba ensangrentadas las mangas de la camisa. Le di un billete sin mirar la denominación, tomé la mercancía y salí. Escuché a la mujer decirme algo acerca del cambio, pero la ignoré.

Ya en la calle de nuevo, tomé un cigarro y lo encendí. Me encontré con un parque en mi camino y me senté en un columpio a fumar, mientras miraba el suelo. La nieve se había endurecido y estaba resbaloso.

No podía pensar en lo que acababa de ocurrir. Ni siquiera podía intentarlo. Y por alguna razón la canción de los Beach Boys seguía sonando sin parar en mi cabeza, como si mi cerebro fuera incapaz de aceptar la realidad, de procesarla.

Me quedé sentado hasta que las primeras luces de la mañana colorearon el parque. No podía sentir las puntas de mis dedos y la cajetilla ahora estaba vacía, igual que mi alma.

domingo, 19 de junio de 2016

Viaje al pasado

Platicar con un niño es un viaje al pasado. Hoy analizo las diferencias entre lo que me hubiera gustado que fuese y lo que realmente fue mi niñez.

No me atrevo a hablar sobre lo que me hubiera gustado cambiar, porque de todas maneras no se puede.

Aprecio la soledad que tuve en mi infancia, porque me enseñó a ser auténtica. Aprecio el no haberme enterado jamás de los problemas que tenía la familia por ese entonces, y también estoy feliz de vivir tan lejos de mi ciudad natal para seguir siendo ajena a ellos la mayor parte del tiempo. Aprecio las cosas buenas que los adultos dijeron de mí, porque me ayudaron a soñar en grande y aún conservo dentro parte de esa ilusión. Aprecio haber comido mucho y todo lo que me gustaba. Aprecio haber tenido mascotas. Aprecio que mi padre siempre haya jugado pesado conmigo. Aprecio haber tenido a mis primos cerca, y a mis tías. Aprecio los deportes en los que estuve inscrita.

No puedo recordar todo lo bueno, pero hablo de esto porque me frustra realmente que ahora casi todo lo que veo dentro de mi casa es malo. Y sé que hay cosas buenas y que el disfrutarlas y enfocarme en ellas depende de mi actitud, pero me cuesta tanto trabajo tener esa actitud.

Ni siquiera sé bien cómo ser amable con mi mamá. Sólo me conformaría con llevarla en paz con ella y que no se entrometiera demasiado en mi vida. Honestamente no quiero lastimarla, pero no sé cómo decirle que la quiero pero no quiero que se entere de lo que no tiene por qué saber, ni si quiera sé explicarle por qué no tiene que saber esas cosas. Es decir, ¿a caso mi abuela le hizo tantas preguntas? Ni siquiera tengo que preguntar, sé la respuesta: no. ¿Entonces por qué ahora ella se empeña en meterse como un puto supositorio en la parte de mi vida que no le corresponde?

Me muero por volver a México, en donde al menos tenemos la excusa para ser lejanas. Y ¿por qué quiero una relación lejana con mi madre? Las veces en que le he permitido la entrada a mi vida han salido mal. Siempre se vuelve sobreprotectora o metiche. No conoce los límites, siempre quiere más. Siempre quiere controlarme, de alguna manera.

Cuando estoy aquí se da cuenta con más peso de la distancia que existe entre las dos, casi no hablamos, pero es que para mí eso no es una necesidad, no termino de entender bien por qué para ella sí lo es. Sé que las personas tienen que relacionarse y todo, pero hay gente con la que te relacionas y gente con la que no, de forma cotidiana. No entiendo ese pensamiento en el que por es simple hecho de que las personas sean tu familia debes forzar esa convivencia que no se daría de forma natural y pura si no lo fueran. Nos toleramos, sí. Nos queremos, en cierta medida (no me creo capaz de dejar de amar a mi familia, con todo y sus defectos). Pero no puedo ni quiero compartir todo mi tiempo con ellos. No me nace, y menos si después de sincerarme se me va a atacar, de cualquier manera, por ello.

Esa es mi frustración de hoy y de casi todos los días cuando me encuentro en Veracruz. Además de otras cosas sobre las que aún no me decido si escribir o no.

Estoy triste. Ni siquiera entiendo bien por qué.

sábado, 18 de junio de 2016

Sam y David, el chef

El tiempo pasa demasiado lento cuando estoy lejos de ti, no sabes lo cagante que resulta eso. Cuando estoy contigo quiero que pase lo más lentamente posible (menos cuando tengo sueño y no puedo dormir) y lejos de ti quisiera que pasara rápido para volver a verte pronto. Es eterno el tiempo que llevamos lejos.

Al menos la sensación de tenerte aquí adentro no se va, yo creo que ya eres parte de mí de manera permanente.

Ayer platiqué con Mario (de mis mejores amigos), con otro amigo llamado David (no mi ex David, otro amigo que conocí en CDMX en una tienda de sushi, tienda que por cierto ya cerró y ahora está desempleado, razón por la que vino a vacacionar a Veracru') y con otra amiga que conocí en la misma tienda llamada Samantha, que David se trajo consigo.

En fin, el caso es que David y Samantha tienen ondas, pero David está bien pendejo porque es infiel y mentiroso y no tiene corazón... O sea, sí tiene, pero es raro.

Platicar con Mario y Samantha es platicar con gente que todavía cree en el amor, o que más bien nunca ha dejado de creer. Es como platicar con la parte romántica de Alejandra pero en pesimista. Ellos han tenido muy malas experiencias.

No me gusta pensar en mí como una mala persona, pero estoy muy segura de que mis exes no me tienen en buen concepto, el otro día hablando con el David que sí es mi ex, me describió como "perra" y "creativa" y dijo que esa era un mala combinación porque soy creativa para ser perra.

Me dio risa y no lo contradije, pero la verdad no pienso así. Cada vez que he sido una perra nunca lo he sido pensando en las formas en que puedo serlo. No me gusta hacerle daño a la gente. Aunque quizá cuando anduve con él sí fui muy perra :c

El punto es que creo que a todos mis exes los he lastimado, a la mayoría sin querer, pero los he lastimado, es decir, las malas experiencias se las han llevado ellos por como he sido yo, y a mí siempre me han tocado hombres buenos... relativamente hablando, claro. El segundo no era tan bueno, pero al menos la que se pasó de pendeja fui yo con él y no al revés aunque ese sí se lo ganó a pulso.

Y bueno, no es que sea ley de vida, pero en mi experiencia, en la relaciones sale más lastimado el que no es el perro. Mario y Samantha al parecer nunca han sido los perros en sus relaciones. Quizá lo han intentado, pero no les sale. Es que no es algo que puedas llegar a ser por medio de intentar, es algo más bien que te sale aunque intentes no serlo.

David, el chef, es perro naturalmente. Hablamos con él y al menos a mí me dijo que nunca se ha enamorado. Y cuando le conté lo que yo sentía por mi novio bonito y demás, me dijo que no creía en nada de eso. Yo soy de la idea de que no se es pleno en la vida si no se ha amado aunque sea una sola vez.

No creo que las cosas funcionen entre él y Samantha, aunque me contó que tiene muchas ganas de que funcionen. Como gente honesta que soy, le dije que si yo estuviera en el lugar de Samantha, lo mandaría directito a la chingada. Y cuando Samantha me contó desde su punto de vista, le dije lo mismo. No aconsejé a nadie porque no quiero sentirme la responsable de que su amistad o lo que sea que tengan se acabe, adempas yo a los dos los aprecio y no quiero tomar sides.

Hablando de cosas más alegres, Mario, Paco y Daniela leyeron las entradas recientes de mi blog. Mario y Daniela se transportaron a cuando estaban enamoradísimos de alguien y eso me hizo sentir muy bien. Mis escritos sí transmiten lo que siento ♡. Y Paco me preguntó que por qué estaba volviendo a escribir, y le expliqué a grandes rasgos la razón: Emiliano.

Creo que es todo, síp. Me voy por ahora.

Como que me está gustando escribir de la vida de los demás.

jueves, 16 de junio de 2016

Otra vez dos en un día

Bueno, no tengo tema específico, sólo feels. Adivinaron, Emiliano otra vez, pero no comenzaré por ahí ni sé si llegaré en este post.

Hoy me visitó una amiga a la que tenía dos años sin ver, me actualizó dos que tres en su vida, que por cierto es un desastre, más o menos como la mía hace algunos meses. En el plano emocional, aclaro.

Mi amiga, a la cual vamos a llamar Pato, tiene un novio al cual se empeña en amar. Y digo se empeña porque es obvio por lo que me cuenta que no lo ama, quizá le tiene cariño y demás, pero ¿amor? No lo creo.

Su novio, al cual llamaremos Pepe, es de lo mejor, tengo entendido. Ella me lo describe como el hombre más cariñoso, servicial, detallista... ¡llévelo, llévelo! El caso es que no la veo enamorada. Quizá se pregunten ¿cómo sabes eso, gowiz? ¡Ja! Pues que le habló su ex, y ¿qué creen? Le mueve el tapete todavía. Y bueno, pasa y resulta que en su momento yo me encontré en una situación parecida.

Yo hace no tanto que terminé con mi exnovio, Ricardo y sí, ya ando con un chico llamado Emiliano al cual considero el amor de mi vida (soy como Taylor Swift, pero no me juzguen), ustedes shhh. El caso es que cuando andaba con Ricardo tuve una charla con otro exnovio que se salió de la norma, porque ese otro exnovio estaba medio pedo y yo me aproveché de eso para sacar información que ya no debería haberme interesado pero pues sí me interesaba. Con este otro exnovio, que se llama David, charlaba de vez en cuando (a veces seguimos charlando) de cosas triviales: cómo le iba en la escuela, en sus proyectos, de mi universidad, de su novia o de mi novio, etcétera. Pero esa vez, aprovechándome de su borrachera saqué otro tipo de información que ya no importa ni tiene caso compartir aquí. La diferencia es que fue por una época en la que yo con Ricardo no me encontraba tan bien y tan satisfecha y solía comparar un poco esos feels del pasado con los del presente (de ese presente). Después superé ese pedo, aunque igual esa relación no era tan fuerte como yo solita me empeñé en hacerme creer puesto que cuando llegó la persona correcta, se desmoronó todo.

El caso es que Pato está pasando por ese mismísimo pedo con Pepe, la diferencia es que ella con Pepe está súper bien. Se parece más a lo que me pasó a mí con Emiliano, porque con Ricardo estaba todo chévere hasta que me acepté que Emiliano neta me gustaba un chingo. A Pato lo que la detiene es el miedo de perder a alguien que dicen todos (según ella) que vale un chingo la pena, por algo del pasado que no funcionó.

Otro pedo es que Pepe no es compatible del todo con Pato. Eso también lo viví y de la misma manera, les explicaré qué pedo en su momento con Ricardo y conmigo para que puedan entender a Pato y Pepe. Yo soy un desmadre de persona, me gusta tomar, de vez en cuando fumar mota, probar cosas nuevas, no soy junkie ni nada, pero no le saco a las nuevas experiencias ni a ser un poco fiestera. El detalle es que Ricardo no era tan así, y mucha gente quizá puede decir "no hay pedo mientras se quieran", pero sí lo hay. Cuando una persona no comparte la parte aventurera de ti está cabrón poder compartir experiencias que a los dos los llenen y les dejen huella. Con Emiliano llevo poco más de un mes de relación y he vivido lo que en 10 meses no viví con Ricardo, he sentido que no me he quedado nada adentro, he compartido con él mi pasado sin ser juzgada y mi interior siendo apreciada. Emiliano me hace sentir como si mi forma de ser estuviera bien y Ricardo me hacía sentir como que tenía un chingo de faltas y cosas que debía cambiar. Básicamente eso es lo que le pasa a Pato con Pepe, el pedo es que eso también le pasaba con su ex (Pucho), pero de Pucho al menos sí se enamoró bien cabrón. Me confesó que nunca ha sentido lo mismo por nadie después de él.

Y bueno, yo soy un desmadre, pero le aconsejé mejor dejar a Pepe porque no está padre sentirte a medias con una persona, no es justo ni para Pato ni para Pepe. Además ella muere de ganas de hablar con Pucho. Él parece querer volver con ella, y ella racionalmente no quiere eso porque sabe que es volver al mismo desmadre (yo no concuerdo con esa idea, pero esa es su decisión), yo lo único que digo es que si tantas ganas le tiene a Pucho pues que se de el puto chance, tiene 20 años y no parece lógico que una persona de esa edad esté tan reprimida e insatisfecha sólo por agradecerle a alguien el ser el novio perfecto, en especial si ese novio perfecto no es perfecto para ti.

¿Neta, Pato? ¿Neta te vas a quedar así?

Emiliano

Bueno... hoy vengo a escribir nuevamente de Emiliano.

Emiliano, Emiliano... ¿Por qué todo lo que llena mi mente últimamente siempre eres tú? Me encanta pensar en ti, me llena de felicidad pensarte. Es increíble e interesante darme cuenta de que a tu lado llevo algo así como medio año, sólo de amigos, y poco más de un mes de ser novios.

Siento que he vivido demasiadas experiencias contigo, hasta ahora no muchas malas, aunque sé que son inevitables. Hoy hablé contigo por teléfono, fue aproximadamente una hora lo que pasamos ahí, hablando de bobadas mayormente.

Te extraño, pero es difícil describir la manera en que te extraño.

Al ver películas o tomar una foto de mi perrita o platicar con mi madre o comer o ir a dormir, de alguna manera siempre te cuelas por una rendija a mis pensamientos. Es difícil explicarte como te extraño, porque más bien siento mucha tranquilidad cuando pienso en ti. Es como si tuviera la completa certeza de que vives lo mismo que yo y que piensas de la misma forma en mí, y aunque es quizá algo egocéntrico de mi parte estar tan segura de esto, no me voy a retractar. Lo que me provoca ansiedad, más bien, es el no poder tocarte, no poder besarte, no abrazarte y no hacer el amor. Tu olor, tu saliva, tu piel.

Irónicamente, todo esto me provocaba más ansiedad antes, desde ese día o esa noche me di cuenta de tu amor. Y creo que eso se debe a que noté mi propio amor, hacia mí y hacia ti. Me di cuenta de lo que veías en mí como persona y de lo afortunados que somos en tenernos el uno al otro.

Tengo miedo de estar haciendo bolas este escrito, pero trataré de tomarlo con calma. Emiliano, no creo poder explicarte la forma en que te has metido en mi propia existencia, la forma en que has hecho mi mundo girar como a ti te place sin siquiera darte cuenta. Tienes por completo el poder de destruirme, y eso no me da miedo, al contrario. Estoy tan feliz de saber lo que es entregar el corazón, que no puedo sentirme asustada.

Muchas personas podrán llamarme tonta, quizá una yo del pasado leyendo estas palabras, juzgaría fuertemente a la escritora. Pero hoy no puedo estar más feliz de ser tuya y que seas mío. Sueno probablemente como una chica estúpida, pero me vale. Ahorita no estoy haciendo muecas al escribir esto, quizá en parte porque no lo estoy pensando demasiado, sólo sale y ya.

Trato de encontrar las palabras para explicar cómo me haces sentir, tan completa, tan libre. Me haces sentir viva, que pertenezco, que hay un propósito en existir y que no tengo que buscarlo porque el propósito me encontró a mí. Estoy locamente enamorada de ti, y no sé nada más y me niego a saber algo más. Jamás fui tan temeraria antes al "entregar mi corazón" y creo que es porque nunca antes lo había entregado de verdad.

Emiliano, hoy te confieso, mi corazón es todo tuyo. Mi cuerpo es todo tuyo, mi alma, si es que la hay, es tuya también. Y de existir eternidad, renunciaría a cualquier placer de esta vida, porque todos palidecen cuando los comparo con tu compañía. Amor, soy tuya mientras me quieras a tu lado. Y soy egoísta al pedirlo, pero me importa poco: quiéreme siempre.

domingo, 5 de junio de 2016

Celos y Arte

Sé que este post probablemente me haga ver parcialmente como una loca, pero me vale, igual nadie lee esta cosa (más que Emiliano) y él seguramente ya piensa que estoy loca (¿o no?).

Este post habla sobre mis inseguridades y mis pedos mentales, aunque obviamente no los abordaré todos porque si no sería más libro que post. No sé cómo empezar a hablar sobre el tema de mis celos, me da miedo que la gente me vea en toda la extensión de mi enfermizo ser. Sé que quizá estoy exagerando, la verdad no tengo idea de cuan psico soy porque casi siempre me abstengo de hablar del tema por esa misma razón. A lo mejor algunas personas son iguales que yo, pero no hablo de esto por miedo a que me vean como una loca.

Voy a comenzar por el hecho de que me pongo celosa de todo. Con mi primer novio casi no fui celosa, casi. Sólo que me molestaba pensar en el hecho de que hubiera gente a la que quisiera más que a mí. Verga, escribir eso se siente hasta mal. Pero bueno, de eso ya tiene 5 años y sí cambié. Además, cuando empecé a pensar en ser la única persona en la vida de alguien me dio más miedo que satisfacción.

Lo más culero en mi actualidad, supongo, es que no puedo dejar de pensar que me pueden quitar a mi tesorito (mi media naranja, la salsa de mis papas, la uña de mi mugre, etcétera). Sé que eso dice más de mí que de mi tesorito, es un problema con el que estoy trabajando. En pasadas relaciones solía enojarme con mis novios por no darme la seguridad que ahora sé debe nacer de mí. Creo que hoy en día me esfuerzo el triple porque no quiero volver a cometer los errores del pasado. De las cosas que más trabajo me cuestan es depositar mi confianza en la gente, no sé por qué. Creo que sí han traicionado mi confianza en el pasado, pero no puedo recordarlo con exactitud. No sé si el olvidar las cosas malas es un defecto o una virtud, pero trato de verlo como algo positivo porque me evita tener resentimientos hacia la gente.

Creo que, a pesar de que sí la cago en ocasiones, estoy logrando cambiar poco a poco. Y de todos modos, la violencia siempre nos queda como último recurso para sacar nuestras frustraciones, aunque nunca he llegado al extremo de madrearme a nadie.

Increíblemente (increíble para mí), me he vuelto muy autocontrolada con el paso de los años. Sé que a nadie le sorprende eso porque es natural en los seres humanos poder controlar más sus impulsos conforme se van haciendo seniles. Pero, wow, a veces me sorprende lo bien que puedo ocultar mis emociones de ciertas personas, aunque claro, siempre habrá quien vea a través de mí.

Cambiando de tema (porque ya no quiero hablar de este pedo), fui al Museo de Arte Contemporáneo (MUAC) de la UNAM, y estuvo entretenido. Siempre soy bien pinche escéptica con el arte actual porque he visto tantas imágenes y artículos en internet que me parecen ridículos, que ya me cuesta tomármelo en serio. Y sí hubo una parte en especial en la exposición de Anish Kapoor que parecía un montón de mierda de color grisáceo. No soy crítica de arte, de hecho creo que no podría saber menos del tema, pero eso estuvo feo. Hubo cosas que hubiera visto con peores ojos si no hubiera sido porque mi novio estaba allí dándome sus puntos de vista y, probablemente sin saberlo, alivianando mis opiniones.

La parte que más me gustó la hizo una artista mexicana (o eso creo) que hablaba del feminismo, y estuvo bien vergas. No les contaré qué pedo con exactitud porque no sé bien qué decir, pero recomiendo ir.

Y quedamos de ir drogados, si se puede el próximo viernes. La verdad espero que se pueda, parece que será una experiencia que valdrá la pena.

Me voy porque muero de hambre.

miércoles, 1 de junio de 2016

Dos veces en el mismo día.

Bueno, pues no es común que esto ocurra y aún menos a estas alturas de la vida, pero así está ocurriendo.

Vengo a escribir que estoy enamorada. Esto es extraño incluso para mí, no me sale de forma fluida escribir sobre mis sentimientos. Cuando intento hacerlo (y lo logro) siempre pongo caras raras en el proceso, como desaprobándome a mí misma por todas las cosas que estoy escribiendo. Esta ocasión no es la excepción. Supongo que me pasa porque me imagino la cara de las personas que lo leerán, o qué pensaría yo si leyera esto (obviamente escrito por otra persona).

Ando con un muchacho de 18 años. No es la primera vez que ando con alguien menor que yo, pero sí es la primera vez que le llevo tanta edad y me siento tan pequeña. Hace aproximadamente dos años tuve un novio que me llevaba doce años (yo tenía 19 y el 31) y, para ser honesta, no tenía la sensación de que fuera mayor que yo. ¿Por qué traigo eso a colación? Es extraño, para mí al menos, que con ese hombre jamás me sentí pequeña, y con este muchacho sí.

Cuando pienso en él no sé exactamente qué pienso, je. Tampoco sé bien cómo explicar esto, pero lo voy a intentar.

Estando con él existen muchas sensaciones en un lapso corto de tiempo, porque es una persona muy voluble. No sé si esta característica se deba a su adolescencia o a que simplemente es así (su padre vota por lo segundo y yo espero que sea lo primero, aunque de no tener arreglo igual lo amo tal y como es). Experimento dicha, enojo, tristeza y ansiedad (esto último con más frecuencia que el enojo y la tristeza). Pareciera que estoy atada a sus cambios repentinos de humor y hoy cambió tres veces de humor en menos de hora y media.

A veces me cuesta no encabronarme... más bien siempre me cuesta no encabronarme, ya que soy una persona muy volátil, pero autocontrolada. A pesar de que la mayor parte del tiempo siento que él tiene un alma más vieja que la mía, intento tener paciencia a esos pequeños detalles porque tan sólo tiene 18. Y con todo y las cosas amargas que me puede traer su forma de ser, la recompensa es muy hermosa. Quizá parezca que no es nada, tal vez sólo soy romántica e idealista, pero soy amante de los pequeños momentos.

Hoy después de comer, se puso de humor serio, taciturno (le pasa a menudo). Y, como ya mencioné, a mí se me contagia de forma automática su humor, o más que contagiarme, modifica bien cabrón la manera en que actúo o percibo las cosas (porque soy bien dramática). Por ejemplo, como si estuviera juguetona y después de su cambio estuviera seria y apesadumbrada, o pensativa. Algo por el estilo me pasa. Me considero el tipo de persona al que no le gusta rogar y noto que en ese aspecto él es igual. A veces me da miedo pensar en eso, en dejar ganar a mi orgullo. O que él deje ganar al suyo.

El caso es que a pesar de su humor fúnebre intentó hacerme sentir bien, supongo que notó que me había "contagiado" el humor.

"¿Qué tienes, amor?".

(Me encanta que me diga amor).

Me abrazó y me besó, muchas veces. Veníamos saliendo de la escuela y estábamos acompañados de sus/nuestros amigos. Dejó que se adelantaran y se quedó parado abrazándome, diciéndome que me amaba. Y esas palabras me llenan.

Seguimos hacia el metro después de que pasaran algunos minutos y una vez allí volvimos a quedarnos parados, abrazándonos. Me encanta abrazarlo porque es muy alto (y sexy). Y esto ha pasado ya en algunas ocasiones, que me mira, sonrío y él también se ríe, como atontado. No encuentro las palabras para describir cuan placenteros resultan para mí los momentos en que lo atonto. No sé si él nota que me pasa lo mismo con él. Y sé que estoy enamorada y que hablo desde el corazón, pero su sonrisa me parece la más bonita del mundo.

Y mientras estábamos en el metro, hablamos de muchas cosas distintas, pero hay una de tantas que se quedó en mi corazón y me sigue haciendo sentir un nudo en la garganta (un nudo feliz) y mariposas en el estómago.

Me contó una historia de terror. Sí, de terror.

Asumo que la leyó en internet, trata de una chica que muere en un accidente. Un chica joven, era porrista. Al morir ella va a dar a un cuarto oscuro, donde se encuentra con un ángel que le pregunta como quiere pasar el resto de su eternidad. La chica le dice que quiere ver su legado, lo que las personas dicen de ella y demás. El ángel le concede su deseo y desaparece, dejando en su lugar un proyector. La primera cosa que se proyecta es una ceremonia en su escuela, con toda la gente triste porque murió joven y demás. El proyector se apaga y luego de un rato se vuelve a encender, ahora la escena que se proyecta es de su funeral. Se apaga (ahora durante un tiempo más prolongado) y se vuelve a encender, ahora muestra la escena de su novio hablando con una amiga sobre ella. Y así continua, cada vez los tiempos entre las proyecciones son más espaciados, hasta que un día deja de encenderse y mucho, mucho tiempo después se vuelve a encender, mostrando a su hermana en su lecho de muerte, hablando de ella. En ese momento la chica se dio cuenta de que esa era la última vez que se iba a encender el proyector.

Después de contarme esto se quedó callado unos segundos, y dijo:

"El punto es que si pudiera elegir como pasar mi eternidad, elegiría pasarla contigo".

Y pues me puse a llorar. Y lo amo. Te amo. Y yo elegiría lo mismo. Soy tuya. Que densa. Estoy haciendo las caras que dije que haría. Me voy.



¿Qué vergas contigo, Ale?

Años después.

Henos aquí, algunos años después de salir de la prepa y dejar de ser otaku, Supongo que a pesar de todo lo que ha pasado y el tiempo durante el cual se supone que maduré, sigo siendo mayormente la misma Ale, la "única" y "especial" Ale.
Ayer estaba leyendo mis antiguas entradas con mi novio actual, y hago énfasis en esa palabra porque cuando todavía escribía en este blog ni siquiera había tenido novio, like, nunca. Y el chavo con el que estoy ahora es mi cuarto novio.
Este novio que tengo a veces me hace sentir que soy asalta cunas, aunque sé que tres años de diferencia no son la gran cosa (o eso quiero creer), además es mayor de edad y eso. Y se ve como de mi edad, hay gente que dice que hasta mayor que yo se ve. En serio...
Regresando al tema, estábamos leyendo juntos mi blog, y me hizo sentir bastante avergonzada conmigo misma. Me gusta pensar que ya no soy la misma persona que escribió este blog hace 5 años, pero hablando con él me di cuenta de que probablemente no he cambiado tanto. Hay cosas en las que me gustaría no haber cambiado, por ejemplo, me gustaría seguir siendo una romántica e inventar historias para cada canción. Esto lo menciono porque, leyendo, recordé el chingo de cosas que escribí que tenían todo que ver con la música que escuchaba. Antes no me gustaba pensar en que yo era igual al resto, pero hoy me dan ganas de que sea lo opuesto, de tener más cosas que compartir con la gente. No necesito analizarme mucho para darme cuenta de que, en general, cuando leo lo que cualquiera escribe es precisamente porque me siento identificada, de otra manera probablemente lo dejaré.
Y bueno, hoy en día no tengo idea de qué podría hablar (escribir). Tiene tanto tiempo que no escribo nada de mi misma que mi cerebro comenzó a secarse, a eso sumemos que no he leído mucho desde que entré a la universidad. Creo que sólo he leído un libro desde que llegué a CDMX, y de esto ya tiene dos años, más o menos.
Voy a empezar por expresar lo mediocre que me siento al seguir, técnicamente, en 3° semestre, y tener ex-compañeros de la prepa ya subiendo sus fotos de egresados de la universidad. Sí...
Y bueno, no estoy explicando bien mi situación escolar, porque ni siquiera estoy exactamente en 3° semestre, pero no los quiero aburrir (ni avergonzarme) con eso.
Han sucedido demasiadas cosas desde que dejé mi pueblito. Terminé con mi primer novio al irme. Dato curioso: si alguien, a parte de las personas que me conocen, lee este blog, puede adentrarse a entradas antiguas y leer los comentarios. Quizá se diviertan con los comentarios que dejó mi ex ahí. Éramos súper densos (le robé esta palabra a mi novio actual, je je). Y después de irme de El Pueblo y terminar con él, mi vida se volvió una novela erótica y libertina en cuyo capítulo me quedé atrapada aproximadamente un año. Salieron montones de anécdotas divertidas de ahí, pero no creo repetirlo... ¿o sí............? Nah, no creo.
El caso es que pasé a la universidad después de estar 6 meses de nini porque quedé en el semestre diferido (es decir, entré en enero en lugar de agosto). Y durante todo este tiempo lo único que hice fue jugar videojuegos, y con videojuegos hablo de Majora's Mask, que es sólo uno que me bastó para entretenerme medio año porque, les presumo, me lo acabé con todos los items y sin cheats.
Y en este tiempo, a parte de bajar de peso como loca y Majora's Mask, no hice nada más. Cuando finalmente me mudé a CDMX me volví extrañamente popular entre el sexo opuesto. Puedo decir que no soy una belleza, pero estudio ingeniería y el resto se explica solo. Entonces, como era soltera y libertina, viví un chingo de pendejadas. Además, salí muy bien preparada de la preparatoria y el primer y segundo semestre de la universidad no representaron un reto para mí, lo cuál me dejó con una cantidad exorbitante de tiempo libre.
Fue durante este tiempo cuando conocí los vicios universitarios. Y fui de fiesta en fiesta, y de orgía en orgía...... Mentira, sólo de fiesta en fiesta.
La clase ya se puso interesante, así que voy a dejarlo aquí, je. Bai.